miércoles, 27 de febrero de 2008

USA/12

Llegamos a Washington D.C., y nos encontramos con los bolivianos, peruanos, y brasileros. Hoy fue el cumpleaños de Nathi, uruguaya, y festejamos en un restorán, con los A.C.U. (argentinos, chilenos, y uruguayos).
Mañana intento escaparme a un club de jazz. Y en breves me verán por el Sur sudamericano. Anticipo posts con delay. Me disculpo, hay apuntes y no hay tiempo.

viernes, 22 de febrero de 2008

USA/11

No avisé (disculpen) que ya no estoy en Amherst: nos occidentalizamos hacia Tucson, Arizona, una ciudad universitaria y cactásica. Los cactus crecen en las montañas como sombrillas sin sombra, y ya me es difícil recordar la intensidad de los colores caribeños que alguna vez archivé en la mente: ahora el mundo es de un marrón que seca la boca, con encías que se pegan por el polvo.

jueves, 14 de febrero de 2008

USA/10


Nevó, cayó un manto grueso y blanco que retrasó media hora nuestro ingreso a clases: "Las calles están cerradas, hay que esperar a que pase la máquina".
Había algo de Walser en todo eso, en la nieve virgen, en la calle en silencio, y en las huellas que dejaron mis zapatos.
Las fotos son de Guz, compañero de aventuras.

martes, 12 de febrero de 2008

USA/09

El cielo de Nueva York está tejido de puentes, telarañas descomunales. Los autos se lanzan de isla a isla y sólo se detienen cuando el puente se levanta para que pasen los buques. De lejos no se entiende que cada puente puede tener más de un piso y que en cada piso viaja una riada incontable de automóviles.
Camino por el centro de Nueva York, por la quinta avenida o el Time Square por ejemplo, en una noche sin Luna ni estrellas: acepto que la Luna y las estrellas no existen en Nueva York. Camino y en la verticalidad descubro una noche que no es noche, una Luna que no es Luna, una luz dura e intensa, que existe en todo Nueva York y congela el asfalto: Iphone, Coca Cola, The Phantom of the Opera, McDonald´s.
Absolutamente anónimo, insignificante, una porquería entreverada entre rascacielos, así se siente uno en las avenidas de Nueva York.
-Es increíble que el frío llegue hasta acá arriba... -me dice alguien en la azotea del Empire State, a 381 metros de altura.
Por las avenidas, se contractura el cuello de mirar hacia arriba, y a pesar del frío, que raspa en los bronquios, asomo la cabeza por fuera de la capucha, inclino el cuello hasta que sobresalga la nuez, y me pierdo en los vidrios, en las nubes que viajan rápido.
Nos refugiamos del frío en el Museo de Arte moderno. Me asalta una obra: un video de un niño de Kosovo que juega al fútbol con un cráneo humano. Un guardia nos prohíbe silbar, y empalagados de picassos y warhols, nos detenemos en un ventanal: nieva en Nueva York. El arte no cabe en los museos.
A la salida, tomo el metro, camino por el Central Park, y me detengo en un hombre que homenajea, día a día, a Lennon. Nueva York nos despide con el sol fílmico y titilante de Harlem.
Tres días en la gran manzana. Entramos y salimos de la ciudad escuchando a Frank. El mundo nos quedó enorme.

jueves, 7 de febrero de 2008

USA/08

El presupuesto de armamento de EUA para el 2008 es de 850 mil millones de dólares. Cuenten los ceros: US$ 850.000.000.000).
(Nota: si sumamos el presupuesto de armamento de cada uno de los países del mundo, incluyendo China, Rusia, Alemania y todos los que se le ocurran, no alcansa a los 850 de EUA).
Teoría.
El razonamiento es el siguiente: si cada país donara el 1% del presupuesto que destina a armamento, todos los países mantendrían su equilibrio armamentista, no habría lío, y con todo ese dinero se podrían hacer grandes cosas.
Claro, no todo es tan fácil. Ya saltará algún matematicólogo o economista que diga que la cosa es más compleja, y que habría que hacer una función logarítimica porque no es lo mismo que EUA done un 1% a que Uruguay done el 1%.
Tienen razón, no todo es tan fácil.

P.D.: La foto, la U.S. Army March.

martes, 5 de febrero de 2008

USA/07


Al Nonino informa:

Hoy es el Super Tuesdey: "el día del calendario preelectoral estadounidense en el que un número elevado de estados organizan simultáneamente contiendas que ayudan a decidir las candidaturas presidenciales, tanto del Partido Demócrata como del Republicano".
Participan 24 estados y los favoritos son Hillary y Obama, ambos demócratas. No se descarta que gane McCain.
Pronto sabremos quién será el próximo presidente de EUA (próximo presidente del mundo).
P.D.: En la foto 1, uruguayos desubicados. En la foto 2, un uruguayo "haciendo que vota". No pudo votar.

USA/06

Dan Brown estudió en Amherst, donde estoy yo.

USA/05

Diez cosas extrañas que nos sucedieron en Boston, a Guzmán y a mí:
1) Caminata de media hora con para llegar al Museum of Fine Arts. El museo estaba cerrado.
2) Después del museo cerrado nos subimos a un subte. Objetivo: perderse: la mejor manera de conocer una ciudad. Objetivo conseguido: nos perdimos.
3) Teníamos ganas de orinar/mear/ cambiarle el agua a las aceitunas. Y nos metimos en una librería. El meo más largo del mundo: dos horas reloj. Fiché el Real Book de Jazz.
4) Entramos en un vernissage para tomar vino -las librerías dan sed-. Los cuadros, inentendibles. Por ejemplo, uno que era todo azul, absolutamente azul, en un solo tono. "El vacío de la modernidad...".
5) Tomamos un taxi, camino a un bar. Un bar cualquiera. El tachero haitiano nos guiaba por Boston. Y en el camino, "there´s an ice rink" (pista de patinaje sobre hielo). Y abandonamos nuestra ida al bar, nos bajamos del taxi y patinamos sobre hielo. Mi rodilla izquierda todavía se queja.
6) El McDonald´s después de patinar: ya consumimos con refill.
7) Nos fuimos a un bar. Para entrar al bar hay que ser mayor de 21 y Guzmán no lo es. "We are from Uruguay, South America, and he forgot his passport in the hotel...".
8) Salimos del bar, y estabamos en una zona transexual. Un traba (hermoso y mexicano) se encaró a Guzmán. Salimos bien parados.
9) Nos colamos (más sudamericanismo) en una fiesta del Plaza Hotel. Demasiado top para Al Nonino. Mientras hacíamos la fila para entrar, esquivábamos las miradas: "Y estos grasas quiénes son". Nos fuimos. Volvimos al bar.
10) Vuelta al hotel, algo borrosos, caminando por los suburbios de Boston. El Hotel apareció mágicamente en el horizonte. Todos dormían. Nosotros también.

Mañana pronostican nieve. Andaré en bici.

viernes, 1 de febrero de 2008

USA/04

Tantos Matlocks y películas hicieron que hoy, sentado en una corte norteamericana, no dejara de dudar -una vez más- acerca de la realidad y me sintiera -una vez más- dentro de una ficción. Amanezco en un lluvioso Amherst y el agua entra en mis zapatos. Para evitar resbalones, camino rápido, sin afirmarme del todo al piso. En la entrada a la corte nos hacen el chequeo norteamericano típico y desmoralizantemente: fuera cinturón, fuera llaves, fuera zapatos, etc.
El juicio va de lo siguiente:
Un tipo acusado por apuñalar gente, convicto durante dos meses, cae detenido. Cuando los policías lo atrapan en una calle de New Hempshire -hace diez meses-, le piden que abra su mochila y él se niega. Él se la da a su novia pero ella no lo acepta. Y los policías, sospechosos de que oculta algo, abren la mochila (no deberían haberlo hecho) y encuentran marihuana y un cuchillo.
La ley dice que los policías no deben abrir la mochila -o ingresar a una casa, por ejemplo- si no tienen la orden de un juez. Y los policías no la tenían, obviamente. Sin embargo, la abrieron. Y ahí la macanearon.
A nosotros nos sentaron en los bancos detrás de los abogados. El tipo -apuñalador- medía 1,90 m, gordo onda 110 kg, cara de asesino, y estaba esposado. Cada vez que tomaba café, percía un ritual religioso.
En medio del juicio hicieron un brake y los abogados charlaron con nosotros. Me senté en el estrado (banquillo de acusados), y de pronto escuché a lo lejos: "... the truth, the truth, and nothing but the truth...".
Terminó el jucio, y dos policías escoltaron al acusado. Yo estaba pegado a la puerta, y antes de irse, nos (¿me?) dijo: "Ustedes están violando mis derechos...".
Hoy voy a ver Cabaret. Y mañana viajamos a Boston.