1) Caminata de media hora con para llegar al Museum of Fine Arts. El museo estaba cerrado.
2) Después del museo cerrado nos subimos a un subte. Objetivo: perderse: la mejor manera de conocer una ciudad. Objetivo conseguido: nos perdimos.
3) Teníamos ganas de orinar/mear/ cambiarle el agua a las aceitunas. Y nos metimos en una librería. El meo más largo del mundo: dos horas reloj. Fiché el Real Book de Jazz.
4) Entramos en un vernissage para tomar vino -las librerías dan sed-. Los cuadros, inentendibles. Por ejemplo, uno que era todo azul, absolutamente azul, en un solo tono. "El vacío de la modernidad...".
5) Tomamos un taxi, camino a un bar. Un bar cualquiera. El tachero haitiano nos guiaba por Boston. Y en el camino, "there´s an ice rink" (pista de patinaje sobre hielo). Y abandonamos nuestra ida al bar, nos bajamos del taxi y patinamos sobre hielo. Mi rodilla izquierda todavía se queja.
6) El McDonald´s después de patinar: ya consumimos con refill.
7) Nos fuimos a un bar. Para entrar al bar hay que ser mayor de 21 y Guzmán no lo es. "We are from Uruguay, South America, and he forgot his passport in the hotel...".
8) Salimos del bar, y estabamos en una zona transexual. Un traba (hermoso y mexicano) se encaró a Guzmán. Salimos bien parados.
9) Nos colamos (más sudamericanismo) en una fiesta del Plaza Hotel. Demasiado top para Al Nonino. Mientras hacíamos la fila para entrar, esquivábamos las miradas: "Y estos grasas quiénes son". Nos fuimos. Volvimos al bar.
10) Vuelta al hotel, algo borrosos, caminando por los suburbios de Boston. El Hotel apareció mágicamente en el horizonte. Todos dormían. Nosotros también.
Mañana pronostican nieve. Andaré en bici.
2 comentarios:
Me pasó algo similar en Nueva York. Salimos a dar una vuelta a ver qué pasaba y vimos una fila estallada que quería entrar a un boliche. Entonces hicimos la fila. Dos minutos más tarde vino un seguridad y con mucha calma y casi con vergüenza (como si fuera su primer día), nos dijo algo como que "ehhh, disculpen, muchachos, pero no creo que puedan entrar".
Me olvidaba. La mejor manera de recorrer Boston es siguiendo la Freedom Line, una línea roja en el piso que te pasea por toda la ciudad. Arriba Paul Reveere.
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