En días como hoy, de cambio de horario, uno se aproxima a la Teoría de la relatiividad, y aquello de que el tiempo no es absoluto.
Según mi hermano, muy erudito él, habría que modificar el sistema de bisiestos. En vez de aumentar un día cada cuatro años, sería mejor pagar esa deuda solstícica en cuotas. El "cash" es muy abrupto, y genera traumas irreversibles para los desgraciados que nacen en 29 de febrero.
Lo que propone mi hermano es que esas 24 horas que se suman cada cuatro años se dividan, de modo que cada año pase a tener seis horas más. Estas seis horas anuales se depositarían en un domingo especial que tendría 30 horas, y que sería día festivo. Habría que ponerse de acuerdo en cuál sería ese día: los judíos votarían por el Januca, los cristianos por la Navidad, los musulmanes por Eid al-Fitr, los ateos no estarían de acuerdo, y los agnósticos no tendrían datos suficientes para responder la pregunta.
Otra opción que apunta mi hermano es distribuir esas seis horas a lo largo del año. Seis horas al año equivale a media hora por mes, o sea, un minuto por día, (aprox). Si todos los días del año tuvieran un minuto más, es decir, en vez de tener días de 24 horas, tener días de 24 horas y 1 minuto, si sucede eso, se suprime el conflicto bisiestal.
Pero claro, la sociedad no siempre es tan voluntariosa.
domingo, 11 de marzo de 2007
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6 comentarios:
A mí me encantó la idea, qué querés que te diga.
Propongo entonces un 16 de marzo de 30 horas, alguien apoya?
hay que empezar a juntar firmas...
ya van 3 firmas entonces!...
está bien, era yo, lo confieso.
pero es que a los primeros siempre hay que darles un empujoncito...
yo te apoyo
y yo!
Mc, se te dieron vuelta los posts.
Si uno analiza detalladamente, se puede ver cómo el cambio de horario coincide con la llegada de Bush. Y el cambio de horario fue hacia el Oeste, hacia Occidente. Nos occidentalizamos. Mientras, en Europa, muchos países se orientalizan.
Así está el mundo, amigos.
Estoy en desacuerdo.
De las cosas más emocionantes de la vida del hombre es arriesgarse a nacer un 29 de febrero. Eso y los slots. No hay mucho más en la vida.
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