martes, 6 de febrero de 2007

Moraleja viene de remolacha, creo

En un espeto corrido de Brasil, uno de esos donde, si te comés todo lo que te sirven, no tenés que pagar, me agarré una padrísima indigestión. La culpa fue de la remolacha, inescrupulosa como siempre. Devolví unos coloridos centímetros cúbicos de asado, chorizo, REMOLACHA, sandía -siempre hay y siempre es la misma-, y no sé qué más.
A pesar de la cortés devolución de todo todo cuanto me serví, los brazucas no hicieron lo que debían haber hecho. Yo esperaba que, ya que estaba con el estómago vació -igual que cuando entré- los tipos me devolvieran el dinero. No fue así. En Brasil no existen los "dereitos do conzumidor", o como se escriba/diga.
En fin, todo esto viene a cuento porque ya hace dieciséis años que no como remolacha y hoy, 6 de febrero de 2007, junté coraje y asumí mi pavloviana impertinencia. Fue un luto necesario para darme cuenta de que la remolacha no está tan mal.


P.D.1: La imagen, una flor de farola al estilo Millán, pero más institucionalizada. Traducción: "Aquí vomitó Goethe". Moraleja: "Los maestros no se hacen sólo de erudición".
P.D.2: Para aquellos que llenaron mi casilla de mail con preocupaciones y consejos matrimoniales, anticipo que pronto saldrá el libro Moralejas y mand&mientos de Al Nonino. Auguro una sensible mejoría en la humanidad dentro de diez años. Y todo gracias a Mí.

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