lunes, 4 de septiembre de 2006

Glu-glu, y nadie estaba filmando

Vinieron dos carpinteros a casa para colgar una repisa.
-Permiso, por dónde la dejamo.
-Al fondo, por favor.
Caminaron hacia el fondo, haciendo equilibrio con la repisa, y en seguida dijeron:
-Uhh, habrá que correr el piano...
-Creo que sí, si no, no va a entrar -dijo mi madre- .

Empezó el ruido. Yo no estaba. Me lo contaron.
Llegué a casa y el fondo -donde antes había un garage- parecía un yacuzi. (Fácil, 20cm de agua). Corrieron el piano y se llevaron puesta una canilla, La Canilla. Era la llave general. No podían pararlo. El suelo, para colmo, es de moquette. (Era). Para secarlo, esataremos años. Y el olor...
Me imagino la cara de mi madre. Tenía la ilusión de que hubiera cámaras por algún lado...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya que hace un tiempo relativamente significativo que este post está colgado, y sigue siendo virgen de comentarios aún, me dedico a dejar algo, pues el número de CERO comentarios me desmotiva.
El tema del agua es algo infaltable en mi casa también. La humedad es la que gobierna, nunca entendí por qué mi madre se considera jefa de hogar si en el fondo todos sabemos que es ella, LA HUMEDAD. Es omnipresente. Todos los lugares, todos. Creo que fue gracias a la astucia que no me suele caracterizar que me hice amigo de ella. Fue un día que escuché, "Si no puedes contra ellos, úneteles" cuando me di cuenta que era esa la solución. Y bueno aquí estoy, húmedo como siempre y esperando para ser secado (pero no se lo digan a la humedad).