jueves, 28 de septiembre de 2006

García

"Ya está muerto"-pensé. Hace días que no lo veía. Me lo confirmaron ayer: Agenor Facundo García murió la semana pasada, a causa de una congestión pulmonar.
García cuidaba autos en la cuadra de casa. Era un veterano del interior del país que hace unos quince años se quedó sin trabajo. Fue policía, electricista, jugador de fútbol y peón de obra. Y a los 50 años tuvo que salir a laburar a la calle.
Su frente era un adoquín oscuro con unas cuántas líneas profundas. Las cejas, blanquísimas y pobladas, le daban una seriedad simpática que acentuaba la melancolía vidriosa de sus ojos. Era bajo, cada vez más cargado de espaldas. Y siempre me impresionó su parecido con Artigas. García era una estatua viviente de un tiempo que se va.
Recuerdo que en verano tirábamos bombas de agua desde el balcón de casa. Nos escondíamos y mirábamos por el desagüe. García era nuestro cómplice. Si venía alguien "digno de mojar", García se sacaba la gorra y se rascaba la cabeza. Recuerdo nuestra risa y nuestra felicidad. Recuerdo el enojo y el desconcierto de los peatones.
Recuerdo que los quince de agosto, el día de su cumpleaños, mi hermano y yo sacábamos las guitarras a la vereda y cantábamos unos tangos. Lo recuerdo a él, acompasado por unos litros de vino, cantando y cantando. Recuerdo que era muy feliz.
Recuerdo que era de Peñarol y que le gustaba bromear con el fútbol.
Recuerdo una vez que me quisieron robar y García corrió a los chorros, unos pibes de mi misma edad que me querían romper todo.
Recuerdo que nunca quería entrar a las casas de los vecinos. Recuerdo que tampoco aceptaba que le diéramos comida. Sentía un pudor tan grande que rechazaba cualquier cosa que le ofreciéramos. Un hombre que siempre se ganó la vida no podía aceptar que le regalaran nada.

Lo que no recuerdo es la última vez que lo vi. No pude despedirme. Siento mucha impotencia. Me duele que un hombre de 60 y pico de años haya terminado su vida en la calle y con tanto frío. Que descanse en paz.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué emocionante la historia de ese pobre hombre, es triste, es muy triste. Ojalá esté en el cielo y vos lo sigas recordando, porque esa es lo única forma que el viejo García tiene de sobrevivir.
Por cierto, qué bien escirbís.

Anónimo dijo...

Lama, es por el Dalai Lama, que no se malentienda. Besos

Anónimo dijo...

Un comentario sobrenatural: ¿se termina todo con la muerte?
Un comentario natural: ¿García era feliz siendo de Peñarol?
Un comentario rastrero: pasate por mi despacho y así sacamos de una vez esos links de google y otras cosas que le sacan profesionalidad a tu blog, tan bien escrito.

Anónimo dijo...

Lama, no aclares que oscurece...
JP, Google me paga. Y muy bien. En cuanto a la muerte...es muy complicado para un blog. Y más para el blog de Al Nonino.

Anónimo dijo...

Me emocionó hasta las lágrimas. Qué alegría me da que tengas tanta sensibilidad! Y qué bien que la podés expresar! Me siento orgullosa.

Ignacio Bermúdez dijo...

Por supuesto que se termina todo con la muerte, ¿qué esperabas, un cielo con angelitos y todo eso?

Anonetoy dijo...

Yo también conozco a un personaje místico de mi barrio (Punta Carretas). Alguien que a pesar de todas sus miserias me maravilla. Yo no soy quien para juzgar a las personas. Además, prefiero quedarme con las cosas buenas. Te felicito por haberlo inmortalizado y compartido.

Eimb, lo tuyo es y será siempre la prensa amarilla. Amén.

Anónimo dijo...

No creo que eimb sea amarillista. Sólo un poco radical y sincero con sus pensamientos. Eso es muy valioso. (I love you, Eimb).

Ignacio Bermúdez dijo...

Tonto. No soy radical, para nada. Es más, soy más tolerante de lo que creen. Pero cuando hablamos de la muerte, no puedo no mostrar mi postura.

choronta dijo...

Emocionante Al, emocionante. TE cambio a GArcia por el hijo de puta de Walter que merodea mi cuadra.

Anónimo dijo...

Ese Walter que dice choronta no soy yo, aclaro.
Montevideo está lleno de ese tipo de personas-personajes que pasan por la vida, a veces desapercibidos. Me gustan las caracterizaciones costumbristas, me encantan y más si se trata de García que por suerte tuve el placer de conocerlo. Es verdad, él es parte de ese Uruguay que se va. Y con esto no caigo en facilismos del "Uruguay de antes", es la verdad. Él era una persona entrañable, de las que van quedando pocas, no porque las de ahora sean peores, sino porque las de ahora son diferentes. Costumbres que se van, respeto y distancia de otra época pero con algunas variantes dadas por la vida urbana.
Me hizo acordar al tema "El viejo", con la diferencia que ésto lo viví más de cerca.

Anónimo dijo...

Incríble, incréble. Un sía estás.. al otro desaparecés. Increíble, increíble.

Anónimo dijo...

Me emocionó mucho. Muy bien escrito.
Que García descanse en paz.

Anónimo dijo...

Es lo primero que leo de tu blog, ya que mi hermano juan me lo recomendó recién ahora.

Cuando este me comentó que tenías un blog (existe el sinónimo de esta palabra?) me alegró mucho, ya que extrañaba bastante tus artículos.

Nos veremos más seguido por acá.

Que nadie te quite este don tan valioso que tenés: TU escritura.

Abrazo