Luego de meses, vuelvo a la hoja en blanco, con algo que debería haber escrito en su momento, pero a causa de la vorágine, me fue imposible.
Inaugurábamos la casa de Aldo y Verónica, y después de que hablaran algunos de los que participaron de la construcción, Verónica dijo:
"Ahora no le voy a tener que pedir a mis hijos que se paren encima de la cama cuando llueve; se le ensuciaban las medias con barro y ya no tenía pares para que se cambiaran".
Ese día, al ver la felicidad de los vecinos, que ayudaban a Aldo y Vero a hacer su casa, creímos por un instante que nuestro trabajo estaban yendo hacia un lugar con sentido.
martes, 12 de agosto de 2008
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6 comentarios:
Que alguien mate un ternero y lo ase para celebrar el regreso de Al Nonino...
Epa, ni tanto. Son estrategias para identificar lectores fieles. Aquí quedamos nosotros dos, Eresfea. Escribamos lo que se nos venga en gana.
Abrazo, gracias por el apoyo.
Eresfea: estoy contigo.
Prefiero matar a Al nonino y salvar a un ternero.
Qué construcción esa! Las personalidades se super portaron! Creo que en ese momento todos éramos iguales: familia, vecinos, voluntarios y personalidades, todos participamos de una jornada integrada.
Y claro, el director de Comunicación también se super portó, jej, había q reconocerlo.
Está terminando el invierno y se viene la primavera: será?...
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