viernes, 24 de agosto de 2007
Una crónica en el tiempo
Esconderme en avenidas embotelladas, en ríos de personajes y automóviles. Atravesar, invisible, a los antagonistas que trepan el asfalto y sentarme, desapercibido, junto a un grupo de ancianos o de jóvenes. Conversar sin que me respondan, ver como ven ellos, y que sólo tú sepas que estoy y existo. Y no respondas con tu silencio amable: nuestras palabras y nuestros silencios no valen ahora, no sirven ahora, porque ya no somos ni seremos aquello que alguna vez fuimos.
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3 comentarios:
"Nosotros los de antes, ya no somos los de entonces".
Eso, eso, eso, mucho mejor.
Uf, Qué paso Al. Corta el final como un cuchillo.
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