miércoles, 6 de junio de 2007

La tele (y el mundo) según A.

El sexo se ha vuelto un contenido inexcluyente para la existencia de un programa televisivo. Por ejemplo, si uno hace un documental de elefantes, no puede faltar la escena de los elefantes apareándose. Si uno hace un programa de cocina, no puede dejar de hacer chistes fáciles en relación al palo de amasar o al mango del sartén...
Salió este complejo tema, y empezamos a filosofar. A. define el sexo como una función derivada de una potencialidad escalar: el sexo no es algo en sí mismo, sino algo que uno puede llegar a obtener, es decir, una potencialidad. (A. sabe mucho de ciencia). El argumento más fuerte de A. era el caso Abijail, el travesti de "Bailando (en un caño) por un sueño": Abijail (ex Maxi) era un hombre que ahora es mujer pero que en una coreografía se disfrazó de hombre (de mecánico), y de a poco se desvestía hasta recuperar su imagen de mujer. (La coreografía era al rededor de un caño). Esto confirma su teoría.
A. siguió hablando de la televisión. Según él, cada vez está mejor: abundan los fisicoculturistas descerebrados, las vedettes de hule, y los opinólogos pelotudos, que fundamentan sus verdades en base a la transgresión. Si se usara esta gran herramienta de comunicación para enriquecer y unir a la sociedad...
En cuanto a la solidaridad, A. no tuvo piedad: tenemos que ver a niños tetraplégicos que se babean en televisión para levantar el teléfono y donar veinte pesos y sentirnos mejores personas. Pero en realidad, lo que hacemos es ayudarnos a nosotros mismos, alimentar nuestro ego, porque ayudamos desde el "yo", y sinceramente nos importa muy poco el sufrimiento de los demás. Eso no es solidaridad, es vanidad.
Habló de la solidaridad de la Europa de posguerra (no la de ahora, que no se hace cargo de los inmigrantes que una vez, hace décadas, se fueron de allí), y siguió dando golpes, puf, puf, puf.
¡Puf! Golpe duro el de A. Y, como siempre, políticamente incorrecto.

2 comentarios:

mr. shy dijo...

La tele es como los reportajes del carnaval de Río, los chistes de Mingote o el cine español: siempre tiene que aparecer alguna teta.

tan versátil como acústica dijo...

a mí me sorprende cuando les ponen unas manos de pintura celeste y se creen que las tetas quedaron cubiertas. body painting creo que le llaman.