-¿Meses...?
-Semanas.
La nuez de su garganta se convirtió en un trapo sucio e intragable.
-... Entonces te diré todo.
Y se lo dijo.
Pero fueron años. Lamentablemente.
Hay cosas que sólo se dicen antes de morir.
O cuando todo está perdido.
miércoles, 16 de mayo de 2007
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2 comentarios:
Es cierto. Nos encerramos dentro de una nuez, y es un error, a veces conviene decir y parecer imprudente. La mayoría de la veces conviene la imprudencia antes que la vacilación.-
Maldita costumbre de esperar a cuando quien debería oirte ya no puede hacerlo. Siempre demasiado tarde. Las palabras sientan bien en vida para los que viven.
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