Todo indicaba que Eduardo sería un gran cocinero. Uno grande. Su Don -don con mayúscula, claro- se insinuó el día que se mudó de su casa materna, y un amigo le regaló un libro de cocina: "Para que no te cagues de hambre, Edu". Pronto se levantó una sospechosa ansiedad, y entre la gente que asistió a la inauguración de la casa no había duda de que Eduardo sería un gran cocinero. Uno grande.
Esa misma noche, cuando todavía quedaban algunas visitas en la nueva casa, Eduardo anunció: "Hay dos opciones: o se van (¡ya sería hora!), o les cocino algo". Hubo 43 segundos de silencio, y luego, los presentes respondieron a coro: "Cocináte algo, Edu". Y así fue.
Buscó en el índice, y lo que más le convenció fue "Escalopines a las finas hierbas", pero en un sano acto de sinceridad, se autodijo: "Ta muy jodido". Continuó su larousiana búsqueda -ya en desuso por culpa de gúguel-, y deslizó el índice hasta la "H" de omellete. Le gustó el sonido de esta palabara (“omellete, omellete”, repetía). Y se puso a cocinar. Un omellete.
La profesía parecía cumplirse. Rompió adecuadamente los huevos. Revolvió. Cortó jamón, queso, salame y dulce de leche. Pero cuando estaba por llegar al final de la receta, leyó una frase terrible. Una puñalada en el corazón: "Agregar sal a su propio gusto". Y Eduardo, que siempre fue fanático de las hipotenusas y lo geométricamente exacto, quedó en un pause absoluto. Nunca se había sentido tan abandonado. Tan miserablemente abandonado.
-Merjor será llamar a un delivery. Se me rompió la hornalla.
Y comieron pizza.
martes, 8 de mayo de 2007
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5 comentarios:
Condenado a ser libre el pobre Edu.
... medir la sal...
- ¿Cuánta sal?
- Una poca.
- ¿Cuánto es poca?
- Depende
Y al final, ya ves. Relativismo. Depende.
Siempre pensé exactamente eso. Por qué carajo le ponen ese misticismo si la cocina podría ser perfectamente una ciencia exacta?
Sea s = valor entre 0 y 1 que indica qué tan salada le gusta la comida a la persona.
Sea p = valor entre 0 y 1 que indica qué tan picante le gusta la comida a la persona.
"Agruegue (2 * s)g de sal"
"Agruegue (s)g de pimienta"
Una vez que uno determina s y p, PUEDE COCINAR CUALQUIER RECETA DEL LIBRO SIN PENSAR NUNCA MÁS (no es para eso que la gente cocina? para poder escapar de la realidad y estar un rato SIN PENSAR?)
¡Dale suave a los parámetros, sebagon! Mi vieja dice que ya no mide las cantidades cuando cocina, mete los ingredientes a ojo nomás. Funca casi siempre, menos para los ñoquis y la pizza.
Sobre lo de la búsqueda larousiana, ¿de qué siglo es el cuento?
Nachito: decime que tiene que ver con el Edu en mi cumpleaños...
Ezato, ezato. Pero le hice unas adaptaciones... (¡fue muy buena la escena del Edu!).
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