miércoles, 18 de abril de 2007

Teología de sanatorio

Salgo de un sanatorio, y en la sala de espera me cruzo con un judío. Cuatro pasos más adelante, oigo que una recepcionista le pregunta a la otra:
-Che, Graciela, ¿cómo es eso de la religión del casco?
La escalera mecánica me aleja del diálogo, y no puedo escuchar la respuesta de Graciela. Fuck.
Hubiera sido interesante.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Era un obrero judío, Al.

Lebowski dijo...

Los judíos no son obreros, son ricos.

Anónimo dijo...

Puede ser Ingeniero de obra...

Anónimo dijo...

O bailarín de YMCA

J. dijo...

No es casco, es chichonera. Una pena la escalera, cierto.

tan versátil como acústica dijo...

alnonino:
brindo por la gente inteligente que cuando ve a un judío, a un musulmán, a un travesti, a un negro, o a lo que sea, se esmera en no pre-pensar nada. Y los demás no pueden brindar, porque toman un poquito y se hacen pichí encima, saludos,
la judía.

Al Nonino dijo...

Los prejuicios suelen ser tan cómodos como falsos. El judío avaro, el musulmán terrorista, el homosexual promiscuo, el negro poco inteligente... En fin, confío en que tarde o temprano ese pichí que tú mencionás moleste, y podamos ver un poco más allá. Para eso tienen que luchar ambas partes. Tienen que ceder ambas partes. Un saludo.

tan versátil como acústica dijo...

lo de ambas partes tenés razón, pero percibo que te referirás a la paz en medio oriente, incumbe más a los gobiernos.
pero no entro en deliberaciones retóricas ante cierta clase de ideas. ni me molesto, hay ideas de mucha altura en el mundo como para perder tiempo con otras.

Al Nonino dijo...

Me refiero a la intolerancia y al prejuicio en general. A la intolerancia y al prejuicio como una simplificación de la realidad. Como algo cómodo pero la mayoría de las veces falso. Algo que hace daño, y que se retroalimenta con el silencio y la ignorancia. Me refiero a algo más cotidiano, como la negación de trabajo a un pobre, o la rabia a un judío, o la burla a un homosexual. El cimiento de los grandes conflictos son el odio y el prejuicio como forma de vida.
Si tuviéramos una postura cotidiana más tolerante, las cosas irían mejor. A eso me refiero.
Paro de escribir. Disculpen.