sábado, 21 de abril de 2007

Yo lo perdí y ellos me lo afanaron

Vuelvo a la normalidad. No es fácil, confieso. La normalidad no es fácil. Y menos cuando uno se había acostumbrado a lo otro, a lo anormal, que por ser anormal durante tanto tiempo empezaba a convertirse en normal.
Me refiero al celular y sus vericuetos. Un 221 me lo afanó. Se me cayó del maldito pantalón de golero (¡que no sé para qué carajo tiene bolsillos!). Y ni me enteré. Cuando llego a casa, después del partido, me fijo y... y... "¿el celular?, mmm, ¿el celular!". Revisé el bolso. "Se me cayó. C... de la lora. Ya está, se fue, se fue". Llamo para hablar con el anovirtuoso que lo encontró. Me atiende el correo de voz. Maldito correo de voz. Le dejo un par de poesías. Muy inspiradas. Y me siento a pensar.
Decisión: durante esta semana no tendré celular. Y después no sé. Aunque creo que ya estoy del otro lado.

P.D.: Lamento haber perdido algunos teléfonos... Sobre todo, uno...

1 comentario:

eresfea dijo...

Chicas, no se ilusionen. Se refiere al mío. Ya se lo envié.