sábado, 15 de marzo de 2008

USA/14 (después del aterrizaje)

Tucson. De tarde fuimos a una montaña. Y escalamos. Es la primera vez que asciendo, y confieso que cansa. Pero también hay algo extrañamente reconfortante. Eresfea podrá explicarlo mejor. Fuimos a una montaña a cortar yuyos. Unos yuyos africanos que deshidratan la tierra, y una ong se dedica a cortarlos. Hace años que lo hacen y es prácticamente imposible que terminen de cortarlos todos, porque mientras cortan unos, crecen los otros. "Pero hacemos lo que podemos para que el desierto esté lo mejor posible", me dice el biólogo que nos guía.

La montaña estaba repleta de cactus y Teddy Bears, unas bolas con 7 cm de diámetro (ver foto 2), con unos pinchos que se te pegan por todos lados. Algo aburrido de este trabajo carcelario, y recordando a Eresfea, decidí irme montaña arriba, a fotografiar un cactus con forma extraña: (parecía que hubiera una figura humana saliendo de dentro del cactus). Caminaba y rocé una planta de Teddy Bear. Enganché una decena de Teddy Bears en mi pie derecho, y cuando quise sacármelas, los teddy se me pegaron en la mano izquierda. Sin darme cuenta, una astilla de 4 cm me había atravesado el guante, y perforaba mi dedo meñique. No sé si logra comprender que, en la foto tomada por Luli, la astilla entra por el dedo, da una vuelta en forma de “U”, y sale paralela al lugar por donde entró.

Doloroso. Porque tuve que quitarme el guante (recuerden que la astilla atravesaba el guante), y cuando me lo quité, la astilla se movió. ¡Auch! Miré mis pantalones y estaban repletos de teddys por todos lados, y cada vez que intentaba quitármelas, los teddys se multiplicaban. Hay un video de cuando me sacaron la astilla en forma de "U". Estilo "yacas", o como se escriba. Pero aproximadamente 1 cm de la astilla quedó dentro de mi dedo, y sólo pude sacármelo en Montevideo, con una pinza de cejas.

Hoy, veinte días después de este traumático suceso, se cierra la herida de mi dedo meñique, y caen los últimos restos de piel (se había acumulado pus, y después se secó, como una gelatina amarilla).

Hoy cierro algunas heridas. Y vuelvo al blog.

6 comentarios:

Ignacio Bermúdez dijo...

Ouch! ¿Dolió esa espina?
Noté que estás "abrazando" a una chica en la foto. ¿Ni en EE.UU. descansás?
Muy buena la vuelta, ¡Al-fin!

Al Nonino dijo...

Dolió sacarla, en Montevideo. Se había metido dentro de mi dedo, y tuve que apretar hasta que saliera pus y sangre, después escarvar con una pinza de cejas, deshaciendo el dedo, hasta encontrar la espina. Me quedo el dedo medio agujereado.
Y no seas grosero.

mr. shy dijo...

Lo que a veces ocurre en Estados Unidos es que, cuando tratas de desprenderte de algo, no te lo consigues quitar. Es más, se multiplica.

Anónimo dijo...

Aquí reporta otra víctima de los Teddy Bear, que tuvieron a Joe de cómplice...
Igualmente la saqué más barata que ud., Al, un par de espinas en mi pantorrilla derecha, que salieron casi sin problemas...
Ahora, el moretón alternó por las gamas violáceas y verdosas por unos días, por suerte, ya es un recuerdo más entre tantos...
Un gusto leerlo de nuevo :)

eresfea dijo...

T'estás convirtiendo en un héroe. El héroe primero sufre, luego triunfa.

Al Nonino dijo...

Mr.Shy, los gringos la tienen clara: no cualquiera inventa unas plantas así.
Eli, fuimos muchos los damnificados. Y todo por mejorar el desierto...
Eresfea, por ahora estoy más cerca del sufrimiento que de los triunfos.
Saludos a todos, bloggers amigos.