Ya me llegó por varios lados -fuentes confiables y no tanto- que Vila-Matas es bueno.
Fui a la librería.
Había dos señores, el librero y el Pelado.
-Bueno, contame algo, en qué andás, qué has hecho -le dijo el librero.
-Te mandé un mensaje hace tiempo... -respondió el pelado.
-¿?
-Sí. Nunca respondiste... -remarcó.
-Es que cambié de celular... Este es cero nueve cuatro ahora.
-Ahh, pasame, pasame, dale.
Anotaron sus nuevos números de celular.
-Bueno, me tengo que ir -dijo el pelado-. ¿Cuándo nos vemos?
-Te mando un mensaje.
-Dale.
-Dale.
El librero no tenía nada de Vila-Matas ("¿Enrique o Antonio?").
sábado, 29 de septiembre de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Enrique, enrique. Genial el diálogo, por cierto.
Dale. Ta.
Publicar un comentario