lunes, 2 de abril de 2007

Sanatorio-supermercado

Resumo un artículo de 87 páginas, publicado ayer, domingo, en La Nación.

Si bien es cierto que no nació de un repollo (como se le dijo cuando era niño), tampoco es cierto que nació de un vientre materno.
La historia es la siguiente.
La madre no podía tener más hijos. Dio a luz a doce mujeres (agrupadas en cuatro grupos de trillizas), pero no fue suficiente. El padre quería, por capricho, simpelemente, un varón. "Total, uno más no cambia nada".
La madre fue al supermercado y vio que junto a la licuadora y la panquequera, en el stand de puntos, había una oferta interesante: "Niños, 250 puntos + 50 pesos", "Niñas, 150 puntos + 20 pesos". (El machismo salta a los ojos).
La cajera le informó que la compra incluia los trámites del registro civil, y un sonajero de regalo. Y que podía elegir el color de pelo. "Me quedan dos morochos y un rubio, señora".
La madre se llevó al rubio.
-Al principio fue traumático -confiesa el niño-, pero después, y gracias a las palabras de una juguera general electric, aprendí a sacarle el jugo a mi situación. Cuando gritan "la p... que te parió" sé que no se refieren a mí. Estoy orgulloso de haber nacido en un supermercado. Si tuviera otra oportunidad, nacería de nuevo.
Al final –la entrevista es la larga-, subraya:
-Lo que me enseñaron esos meses en el súper, no me lo olvido más. Agradezco a todos esos electrodomésticos anónimos que se la jugaron por mí. Gracias, muchachos.


La entrevista despertó gran alboroto en los sectores ultra conservadores, que reconocieron: "La causa de que los supermercados tengan tanto poder es el vacío de nuestra democracia". El gremio "Peluqueros y Sacerdotes" se adhirió a esta denuncia, y agregó que "así como no hay buenos cortes de pelo sin fe, no hay sanatorios sin supermercados". Contundente.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy en día, en que todo se compra en un supermercado, ha de ser un orgullo ser elegido entre tantos artefactos y cajas posibles. Es lo que va quedando...
Cuánto más frustrante puede ser salir de un vientre materno en el que nunca fuiste bienvenido.

Al Nonino dijo...

Si lo hubieran pensado bien, se deberían haber llevado la panquequera. Soy un tipo con suerte

pUbLiFrEaK dijo...

No hay 2x1???

jaja!

Salú!