Atormentado. Así me tiene la televisión. La televisión y tantas otras cosas. Pero principalmente la televisión. Se me marcan las venas del cuello cuando escucho que hablan de lo "buenos" y de lo "malos" que son los participantes de Gran Hermano. Hay que estar atentos: ellos dictan las guías morales de este siglo XXI. Y llorar/reír por las cosas que hacen (o no hacen) estos pobres tipos nos vuelve buenos/malos. Aprendan de ellos, no sean ignorantes. Estos pobres tipos, repito, ¡son el nuevo Corán y la nueva Biblia, son las Sagradas Escrituras/Imágenes posmodernas! ¡Ahí está todo! ¡Todo! No busquen más.
No lean. No escriban. No compongan y no escuchen. No hagan nada que esté fuera de estos lineamientos porque serán pecadores e irán al infierno de la escisión. Advierto que ya no sirve pensar distinto; y ni siquiera sirve pensar igual. Confórmense con no pensar. No pensar.
Repitan para sus adentros: "no pienso, no pienso, San GH, no pienso, no pienso, San GH".
Y pronto lo lograrán.
viernes, 30 de marzo de 2007
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2 comentarios:
Ahí, ahí...
Ya lo había anunciado Bradbury, en varias ocasiones. Por más leer "Fahrenheit 451", "Crónicas marcianas". Muy buenos los dos
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