Me acosté pensando en el desayuno, y amanecí pensando en el desayuno. Probablemente soñe con jugos de naranjas, sandwichs de jamón y queso, capuccinos. No lo recuerdo.
Fui a la Plaza de Armas, e sumergirme en la lectura del Barón Rampante.
Cosimo estaba trepándose al árbol, justo cuando un predicador evangélico espantó palomas, atrajo despistados, e interrumpió mi lectura. Algo así, pero con más años:
domingo, 19 de abril de 2009
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2 comentarios:
Qué librazo, Al.
Casualmente lo leí hace un mes, y ahora lo presté. Algunos libros nacieron para prestarse.
Tenés que empezar a publicar tus propios videos, ahora que tenés Blackberry.
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