Necesitaba comprar un tarjetero. En la vidriera del local había uno bueno, bonito y barato.
-Señor, ¿tarjeteros tiene? -pregunté.
-Sí.
El vendedor me trajo uno de cuero, con puntero de metal. Horrible.
Insistí:
-¿Y como el que está en la vidriera no tiene? -le dije, señalando la evidencia en la vidriera.
Y el vendedor, como quien descubre que están por timarlo, me dice con rabia:
-¿Usté me quiere dejar la vidriera vacía, joven!
Y no me lo vendió.
viernes, 24 de abril de 2009
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6 comentarios:
Chilotes. Que cerca que están del razonamiento rochense...
qué le pasa a ese tipo? Le hubieras hecho un tema en el acto y una actuación de polka-polka.
Respondé los mensajes. la puta madre.
Your bro.
¿What mensajes?
La antiglobalización está globalizada.
me hace acordar a una panaderia cerca del del licel alemán que vendía una milanes a $15 y dos por $32...
nos vemos pronto al
saludos
Inspector..
jajaja, qué loco!!! no te preocupes, segurament se estuviera lleno de polvo y en mal estado o yo qué sé.
curioso... hace tiempo había perdido rastro de este blog, hoy lo encontré de casualidad y me alegré mucho, de veras!! un gusto, ahora no voy a perderle la pista.
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