
El sábado leo Sabato, un
Antes del fin agotador
, y luego escucho
Viglietti, Johansen, Buscaglia, Roos, Beatles, Abuela Coca, y Domínguez. Almuerzo con un salvadoreño, converso con un peruano, y le escribo a un mexicano. Llueve todo el fin de semana en Santiago de Chile, y por primera vez en varios meses siento el enorme placer de terminar la universidad. De ser licenciado. O ex universitario.
Sólo resta que el cabello vuelva a su largo original.