
-¿Eh?
-Sí, soy algo así como una perfección tuneada.
Silencio. Reflexión.
-Yo, en cambio -soltó el otro-, soy pretérito y soy imperfecto.
-Mmm, mirá...-devolvió-, yo más bien soy impertérrito...
La discusión siguió. Igual de sorda. Perfecta.
Cuando se trata de perfecciones, cada uno tiene su versión. Perfecta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario