-¡Martííín! -gritó la madre. La casa se llenó de silencio. -¡Martííín! -insitió-, ¡me parece que la computadora está con microbios!¡Creo que me los mandaron por güíndous!
5 comentarios:
Anónimo
dijo...
Es como aquella clase de informática para principiantes en la que el profesor ordenó: -Abrid la ventana de la derecha. Y el alumno más cercano a la ventana de la derecha del aula se levantó y la abrió.
Sucedió en mi familia, en las épocas de los disckettes grandes. Ante la amenaza de los virus un familiar mío guardaba los disckettes con una servilleta separado uno del otro para evitar "contagios".
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Es como aquella clase de informática para principiantes en la que el profesor ordenó:
-Abrid la ventana de la derecha.
Y el alumno más cercano a la ventana de la derecha del aula se levantó y la abrió.
Me encantan las dieresis.
Sucedió en mi familia, en las épocas de los disckettes grandes. Ante la amenaza de los virus un familiar mío guardaba los disckettes con una servilleta separado uno del otro para evitar "contagios".
Nada como ser un feliz ciberpaleto -término acuñado por Peter-. Bendita ignorancia
Así es. Soy feliz con mi vida cyberpalética. Pero ahora tengo celular. Ojo.
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