viernes, 28 de marzo de 2008

¿Qué hay entre mis hermanos y sus novias?

Le quisimos explicar a Pía, luego de cortar la torta de su sexto cumpleaños, cuál es la relación entre mis hermanos y sus novias:
Seba y Mauri son hermanos.
Karla y Mayra son hermanas.
Seba y Karla son novios.
Mauri y Mayra son novios.

Y de ahí se desprenden los siguientes teoremas:
1) Seba es concuñado de Mauri, mi hermano, que es novio de Mayra, y Mayra es hermana de Karla, que es novia de Seba.
Recíproco:
Mauri es hermano de Seba, que es mi hermano, que es novio de Karla, y Karla es hermana de Mayra, que es novia de Mauri.
2) Karla es concuñada de Mayra, mi cuñada, que es novia de Mauri, y Mauri es hermano de Seba, que es novio de Karla.
Recíproco:
Mayra es concuñada de Karla, mi cuñada, que es novia de Seba, y Seba es hermano de Mauri, que es novio de Mayra.


P.D.: En la foto, cocinando la torta.

miércoles, 26 de marzo de 2008

"Mayor mucha + sustantivo"

Hoy, a las 8:59 de la mañana, un político dijo en la tele:
"El Uruguay de hoy no es el de hace 50 años... Hoy un Ford 8 de hoy ya no tiene una mayor mucha estabilidad de antes, una mayor mucha quietud de antes. El auto de hoy anda más". Explicando por qué las calles están rómpidas.

martes, 25 de marzo de 2008

Otra oportunidad

Ayer me olvidé de desearles feliz año nuevo, uruguayos.

Algunas cosas que pasan cerca de la muerte

Más flaco, más pálido, más dormido, con cables que salen de aquí y de allá, así lo encontré. Todavía sonriente, me cuenta cuando fue al partido inaugural del mundial del 30, y su madre lo vistió con dos sobretodos negros para evitar resfríos. Lo vi con miedo a la muerte, con miedo a que lo encuentre desprevenido, creyendo en nada, o simplemente, sin saber en qué creer. Ese miedo que surje en el eco de los pasillos del hospital. Quizá se trata de algo simple: no saber cómo creer. Coincidimos en que todo sería más fácil si creyésemos en algo; el vértigo, por fin, tendría una dirección.
-Yo entiendo muy bien su intención -le dijo a la enfermera-, y se lo agradezco, es usted muy amable. Pero no tengo ganas de comer...
Y no comió.
Me animé y tomé su mano para conversar. Le recordé ciudades y personas que ambos queremos o quisimos y por un momento el peso de la muerte se alejó de la habitación.

(...)

Me fui del hospital pensando en quienes mueren o sufren en silencio. En quienes luchan con la muerte, aquellos que la tienen cerca y deciden enfrentar su duelo con coraje, sin molestar con su sufrimiento. Le puse nombres y rostros a ese sentimiento, a esas personas que dejan amor para compensar su auseancia inminente , y tragué con dificultad el trapo húmedo que se me formó en la garganta. Caminé, mirándome en el suelo brillante del corredor, y mientras los pasos se perdían en el hospital, recordé otro amor y otra manera que necesité y ya no tengo.

sábado, 15 de marzo de 2008

USA/16 (después del aterrizaje)

La basura habla en el desierto de Sonora. Frontera entre México y Estados Unidos, finales de febrero.

P.D.: Click en la foto, por favor.

USA/15 (después del aterrizaje)

Ahí vemos a Seba (argentino, 20 años, 5 cm más alto que yo) completando su colección de quarters (monedas de 25 centavos, cada una de un estado distinto de EUA).
Una noche borracho me hizo una promesa, y la cumplió. Y ese mismo día, cuando la cumplió, me tocó hablar en público y olvidé decir que valoro mucho a los borrachos que cumplen sus promesas.
Aquí va mi pequeño recuerdo.

USA/14 (después del aterrizaje)

Tucson. De tarde fuimos a una montaña. Y escalamos. Es la primera vez que asciendo, y confieso que cansa. Pero también hay algo extrañamente reconfortante. Eresfea podrá explicarlo mejor. Fuimos a una montaña a cortar yuyos. Unos yuyos africanos que deshidratan la tierra, y una ong se dedica a cortarlos. Hace años que lo hacen y es prácticamente imposible que terminen de cortarlos todos, porque mientras cortan unos, crecen los otros. "Pero hacemos lo que podemos para que el desierto esté lo mejor posible", me dice el biólogo que nos guía.

La montaña estaba repleta de cactus y Teddy Bears, unas bolas con 7 cm de diámetro (ver foto 2), con unos pinchos que se te pegan por todos lados. Algo aburrido de este trabajo carcelario, y recordando a Eresfea, decidí irme montaña arriba, a fotografiar un cactus con forma extraña: (parecía que hubiera una figura humana saliendo de dentro del cactus). Caminaba y rocé una planta de Teddy Bear. Enganché una decena de Teddy Bears en mi pie derecho, y cuando quise sacármelas, los teddy se me pegaron en la mano izquierda. Sin darme cuenta, una astilla de 4 cm me había atravesado el guante, y perforaba mi dedo meñique. No sé si logra comprender que, en la foto tomada por Luli, la astilla entra por el dedo, da una vuelta en forma de “U”, y sale paralela al lugar por donde entró.

Doloroso. Porque tuve que quitarme el guante (recuerden que la astilla atravesaba el guante), y cuando me lo quité, la astilla se movió. ¡Auch! Miré mis pantalones y estaban repletos de teddys por todos lados, y cada vez que intentaba quitármelas, los teddys se multiplicaban. Hay un video de cuando me sacaron la astilla en forma de "U". Estilo "yacas", o como se escriba. Pero aproximadamente 1 cm de la astilla quedó dentro de mi dedo, y sólo pude sacármelo en Montevideo, con una pinza de cejas.

Hoy, veinte días después de este traumático suceso, se cierra la herida de mi dedo meñique, y caen los últimos restos de piel (se había acumulado pus, y después se secó, como una gelatina amarilla).

Hoy cierro algunas heridas. Y vuelvo al blog.